Tienes una relación mar y montaña?
Una relación mar y montaña es aquella que tiene un proyecto incompatible.
El proyecto común de la relación implica que cada una tenga un camino en mente similar al de la otra persona. No debe ser exactamente igual, pero en el proyecto básico de la relación deben converger ciertos puntos importantes.
Si el proyecto común es muy distinto nos encontraremos ante relaciones a las que llamo “mar y montaña”. Pongamos un ejemplo. ¿Os imagináis una pareja en la que uno de sus miembros desee vivir en el interior, en la montaña, y el otro necesite vivir cerca del mar?
Aparentemente son situaciones muy distintas y que solamente podrían cumplirse para cada uno si su situación económica les permite una vivienda en cada sitio. Esta es una situación que podemos tomarnos a broma (aunque realmente existen), pero pongamos otros ejemplos que nos servirán para situarnos:
– Una relación en la que un miembro quiera tener hijos y el otro no.
– Una relación en la que uno quiera tener animales en casa y el otro no.
– Una relación en la que uno quiera vivir en un lugar estable y el otro u otros quieran pasarse la vida viajando.
– Una relación en el que uno apueste por la no monogamia y la otra persona por la monogamia
– Una relación donde la idea de la crianza de las criaturas que tiene cada uno sea completamente antagónica
– Uno quiera, como decíamos, vivir en la montaña y el otro en la playa, etcétera.
Las llamo “mar y montaña” porque sus diferencias son muy notables y esto puede conllevar más de una dificultad e incluso, en alguna situación, la ruptura de la relación.
Por lo tanto, un proyecto similar en estos y en otros puntos relevantes de la vida de una persona serían importantes para una buena sintonía en la relación.
Aunque, evidentemente, que así sea no es garantía de éxito.
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