Eres un volquete o una apisonadora en terapia?
¿Sabes qué? El primer día que alguien viene a terapia le explico que no es suficiente con venir, sentarse y explicarme. Evidentemente, decir en voz alta lo que piensas y sientes tiene un poder importante porque te ayuda a ser consciente de las cosas que te ocurren pero no es suficiente para resolver lo que te ha llevado a terapia.
Como decía, no basta con explicar y marcharte porque necesitamos un poco más… Quiero presentarte dos tipos de personas que vienen a terapia y así quizá te podré explicar bien qué es el estado o tránsito terapéutico:
- Tipo volquete: viene a terapia, descarga y te explica lo que piensa y siente, se va a casa y no piensa más en la terapia hasta el siguiente día. Entre visita y visita no tiene presente el proceso terapéutico y no tiene tiempo para trabajar las propuestas que se hacen en terapia.
- Tipo apisonadora: viene a terapia, te explica lo que piensa y siente y cuando se va a casa tiene presente lo que se ha trabajado en la consulta. Reflexiona, piensa en las propuestas terapéuticas y vuelve a la visita con ganas de seguir y trabajar.
El estado o tránsito terapéutico implica entender que la terapia va mucho más allá de las sesiones. Existe un elevado nivel de motivación para trabajar y la reflexión se mantiene más allá de la hora de visita. Implica que la terapia comienza en el momento en que se decide pedir hora de visita y termina más tarde de la última sesión.
Y tú, ¿eres más tipo apisonadora o volquete?
En instagram hice una publicación sobre esto. Le das al “like” para ayudarme a difuncirlo?
Con las personas tipo apisonadors, el trabajo terapéutico funciona mucho mejor! Eso sí, puedes tener épocas en las que eres un volquete y otras una apisonadora. No és algo estático!
(Si deseas ir a la publicación de Instagram y darle al “me gusta” sería genial!)